Porfirio Juárez Flores.
En Oaxaca se han presentado escenarios complicados ante una diferencia de ideologías entre el Gobierno Federal y el Gobierno del Estado, a pesar de que el presidente de la república Andrés Manuel López Obrador, ha reiterado que trabaja de la mano con el gobernador Alejandro Murat, pero en realidad, está trabajando el presidente, para que su corriente política gane en la próxima contienda electoral. Eso lo debe de tener muy claro el mandatario que por cierto tuvo una desaprobación muy alta por parte del grupo consultor Mitofsky en días recientes.
AMLO es el único presidente que en Oaxaca está construyendo caminos como ningún otro en la historia de México, para que los pueblos donde se encuentra la mayor pobreza y rezago, tengan accesos dignos, ha impulsado la economía con el corredor transístmico y se espera que termine las autopistas conocidas como las de cuatro sexenios, porque empezaron con José Nelson Murat Cassab, Ulises Ruiz Ortiz, Gabino Cué Monteagudo y Alejandro Ismael Murat Hinojosa, pero no precisamente se concluirán por el gobierno estatal, aunque se auto promocione el gobernador con videos, sino será por el gobierno federal que se logre porque es el que destina el dinero a través de la Secretaria de Hacienda y Crédito Público y para eso designó a un funcionario directo que está atento a todo lo que se requiera.
Sabe que el panorama se empieza a poner en la balanza para cederle el estado a MORENA, de ahí que el gobernador se empeñó en impulsar a Raúl Bolaños Cacho Cué, a través de una coalición por el PVEM – MORENA, la cual no está consolidada aún, como lo han presumido en México, es más, activistas morenistas han hecho pronunciamientos que no necesitan de coaliciones para ganar y que pueden ir solos a los procesos electorales siguientes. Esto no hace quitar del renglón que el Senador y amigo incondicional juegue por el PVEM-PRI, ahí es donde se encuentra con el gran obstáculo, que es el grupo que siempre ha tenido posiciones políticas dentro del tricolor y que han operado políticamente para que el hoy gobernante esté en el poder.
También dentro de las clases y segmentos priistas se tiene una división al interior, frenándose en vez de unirse para poder ganar una elección con trabajo de estado para la próxima gubernatura, todo parece que empieza a alinearse, la incursión de la hijos de Eviel Pérez Magaña, José Antonio Hernández Fraguas, José Antonio Estefan, Javier Villacaña, entre otros, esto hace ver que el gobernador mueve sus piezas para la construcción de acuerdos, a pesar que los cargos en su mayoría son irrelevantes.
El gabinete estatal está sumergido en la corrupción y ha sido evidenciado por periodistas y diputados, en áreas estratégicas se deben hacer cambios que ayuden a que la perspectiva en campo cambie a favor del gobernador, un caso reciente es el que se dió en la carretera Unión Hidalgo – Juchitán, donde se presentaron manifestaciones a pesar que ya estaba escrito y aprobada la asignación de rehabilitación de ocho kilómetros y que al pueblo le fueron insuficientes, acaso a los funcionarios le es muy difícil compartir la información con la población?.
La mayoría de sus funcionarios son de escritorio y no quieren a salir a ensuciarse los zapatos, muchos de ellos señalados como yupis traídos del Estado de México, e inclusive dicen no es mi tema, no me involucro, no me toca. Esos funcionarios son los que deben de cambiar por el bien del Estado, pero sobre todo, por el bien de la imagen gubernamental, se requiere un golpe de timón intempestivo en este barco que va a pique para redireccionar el rumbo, que hasta el último momento continua estático anclado en Puerto Escondido, hay en Oaxaca cuadros que tienen imagen fresca, limpia y con experiencia.