No es mentira que el partido en el poder ha usado las vacunas para hacer proselitismo político buscando posicionar a sus candidatos en la próxima contienda electoral, sin embargo, lo nuevo ahora es utilizar la vacuna para atacar a sus adversarios políticos en un nuevo episodio de la guerra sucia que se viene contra los candidatos más fuertes que se vislumbran, Javier Villacaña en la capital oaxaqueña junto a otros precandidatos priistas y panistas es de los más atacados en ese sentido.
De todos es sabido que el único medio para acceder al biológico es el canal definido por el gobierno federal, no existen mecanismos alternos para la obtención de la vacuna y aún no se pueden comprar de manera directa en nuestro país, incluso las dosis que han llegado son insuficientes para cumplir con toda la población.
Es entonces absurdo pensar que oscura y perversamente las vacunas han caído en manos de priistas o panistas y que se violan los protocolos de vacunación con fines políticos que solo benefician a los opositores.
Esto a todas luces es falso por qué supondría que desde el gobierno federal se apoya a candidatos o precandidatos que no son del partido oficial y eso dejaría muy mal parados a quienes se bañan todos los días en el discurso que del no mentir, no robar y no traicionar, la guerra sucia aumentará y será como de costumbre, un salpicadero de lodo sin fin, eso que ni que.
