Nere González
A tres meses del cambio de gobierno, las protestas han escalado en la capital oaxaqueña, tras la aparición de nuevas organizaciones sociales, quienes bajo el argumento de que las autoridades estatales no han realizado obras en las comunidades indígenas.
En las últimas semanas, OMPI, Simón Bolívar, UNAPO y otros membretes han salido a bloquear las calles, al argumentar, que las Secretarías General de Gobierno (Segego) y Finanzas han hecho caso omiso a las demandas de las comunidades, quienes exigen recursos millonarios para la ejecución de obras.
Sin embargo, de acuerdo con fuentes dentro de la administración pública estatal, el surgimiento de estas organizaciones sociales es «fuego amigo», toda vez que lo que buscan es ingresar a la nómina del gobierno estatal y poder presionar al próximo gobierno del estado para que les den recursos.
«Son organizaciones afiliadas a priístas quienes al quedarse fuera del círculo de poder buscan la forma de permanecer a través de estas estructuras», señalan.
Lo anterior en el marco de una protesta que realizó la autoridad de Santiago Nundiche, Constancio San Juan en la calle de Independencia y Crespo, quién solicitó 15 millones de pesos para la pavimentación de tres kilómetros de carretera en este municipio situado en la Mixteca.
